jueves, 14 de agosto de 2008

DINAMICA RECREACIONAL DE LA TERCERA EDAD

Las personas con mejores hábitos de salud no sólo viven más tiempo, sino que coadyuvan al retraso de la aparición de discapacidades, y a incrementar la duración del último período de su vida; se pue-den modificar hábitos como la alimentación, la ingestión de bebidas alcohólicas, el sueño, el cigarrillo y el ejercicio.Durante la última etapa del ciclo de vida, que a veces coincide con el retiro de la actividad laboral remunerada, las personas se encuentran con mayor tiempo libre, el cual puede ser utilizado de forma útil y apropiada. Sin embargo, en nuestra sociedad ese tiempo libre no es bien aprovechado ya que no existen lugares de distracción y entretenimiento para estas personas. El conflicto que resulta de este desajuste puede constituirse en una fuente de inseguridad, cuya gravedad se acentúa en el caso de pérdida de la pareja. Un modo de enriquecer esta etapa de la vida consiste en fomentar un apro-piado uso del tiempo, que para muchas personas de edad es el recurso más abundante. La posibilidad de disfrutar de este tiempo libre depende decisivamente de la seguridad económica, y la realidad es que en nuestro medio, un alto porcentaje de las personas de edad se encuentra en situación vulnerable debido a que todavía se ven obligadas a trabajar para costear su subsistencia, como consecuencia de la desigualdad social en el acceso a la vivienda y a los servicios básicos. Por otra parte, es evidente que las personas de la tercera edad que cuentan con medios económicos, carecen de un lugar donde poder utilizar ese tiempo, enfocándolo de manera positiva y dinámica en beneficio de su salud en todos los aspectos.En el presente estudio, se ha tomado como población de análisis a los jubilados militares, quienes han sido elegidos debido a ciertas características, y al hecho de carecer de actividades recreaciona-les. Las personas encuestadas fueron tomadas al azar de la lista de jubilados militares del Departa-mento de Cochabamba. Según las encuestas realizadas, se ha observado que estas personas practi-can el deporte y presentan mayor vitalidad en cuanto a su salud física en relación a otros grupos de jubilados, debido a su formación militar y el excesivo ejercicio realizado durante su vida. Esta es una muestra clara de que las personas de la tercera edad pueden practicar actividades deportivas y son personas con bastante vitalidad, al contrario de lo que normalmente se piensa, que son personas que se encuentran acabadas, sumergidas en una postergación y sin actividad alguna.La actividad física moderada tiene un efecto muy positivo. Varios estudios han puesto de relieve que los ejercicios sencillos realizados en el ámbito del hogar, contribuyen a que los ancianos, incluyendo a los de mayor edad, experimenten una cierta recuperación de las fuerzas y la vitalidad. Estudios cientí-ficos realizados con miles de ancianos, revelan varios factores que ayudan a mantener la mente ágil. Entre ellos figuran: la participación activa en la lectura, los viajes, los acontecimientos culturales, la educación, los clubes y los gremios profesionales. Ocuparse en tantas cosas diferentes como les sea posible, como el trabajar, estudiar un curso, etc., se cree que no sólo levanta el ánimo, sino que crea nuevas conexiones en el cerebro.Los individuos de edad avanzada, si se les ofrecen las condiciones necesarias, son capaces de reali-zar una serie de actividades acordes a su edad. En muchos casos, se encuentran solos, abandona-dos, y con un excedente de tiempo disponible para realizar diversas actividades acordes a su condi-ción. No obstante, no existen posibilidades de participación en actividades recreacionales o de dis-tracción. Es por ello que se debe impulsar una serie de alternativas de entretenimiento que desarro-llen y motiven a las personas de la tercera edad a poner en movimiento sus capacidades físicas como mentales, y a no estar solas sino acompañadas.